Mis ganas se
desbordan
sobre los atrios de mi lecho.
Quién eres, que provocas las erecciones
de mis vidas olvidadas.
Te siento desgarrando mis adentros.
Vertiendo tus alientos sobre mi sangre
a punto de bullir.
Pasiones desmedidas colisionan
contra mis paredes moralistas.
Estoy hambriento de ti.
Un hambre que solo puede ser aplacada
por la crudeza de tus pieles ocultas.
Vuélcate sobre mis ansias.
Camina sobre la sequía de mis labios
y derrámate en mi garganta.
Piérdete bajo mis sábanas
y hállate sobre la rigidez de mis deseos.
Multitud de caricias recicladas hoy
dejan huellas sobre mis poros.
Vapores que se consumen en mi pecho.
El calor de mi sexo hallando alivio
en tus papilas gustativas.
Mis dedos abriendo senderos.
Mi verbo se sumerge en la oscuridad de tus laberintos.
Abre tus compuertas y sacia mi sed
con la espesura de tus anhelos prisioneros.
Mis vertebras se estremecen
con cada choque de piel contra piel.
Mis deseos convulsionan
queriendo escapar de su encierro.
Átame entre las fortalezas de tus piernas.
Lánzame al olvido de tus calabozos vaginales.
Renuncio a mi inercia una y otra vez.
Soy solo un huésped nocturno
entrando y saliendo de ti.
Deja que mi boca recorra tus pechos,
que mi lengua desfallezca
sobre la vitalidad de tus pezones.
Tus labios ocultos se contraen
atrapando mis libertades.
Exhalo un último suspiro
y siento que se me escapa la vida.
sobre los atrios de mi lecho.
Quién eres, que provocas las erecciones
de mis vidas olvidadas.
Te siento desgarrando mis adentros.
Vertiendo tus alientos sobre mi sangre
a punto de bullir.
Pasiones desmedidas colisionan
contra mis paredes moralistas.
Estoy hambriento de ti.
Un hambre que solo puede ser aplacada
por la crudeza de tus pieles ocultas.
Vuélcate sobre mis ansias.
Camina sobre la sequía de mis labios
y derrámate en mi garganta.
Piérdete bajo mis sábanas
y hállate sobre la rigidez de mis deseos.
Multitud de caricias recicladas hoy
dejan huellas sobre mis poros.
Vapores que se consumen en mi pecho.
El calor de mi sexo hallando alivio
en tus papilas gustativas.
Mis dedos abriendo senderos.
Mi verbo se sumerge en la oscuridad de tus laberintos.
Abre tus compuertas y sacia mi sed
con la espesura de tus anhelos prisioneros.
Mis vertebras se estremecen
con cada choque de piel contra piel.
Mis deseos convulsionan
queriendo escapar de su encierro.
Átame entre las fortalezas de tus piernas.
Lánzame al olvido de tus calabozos vaginales.
Renuncio a mi inercia una y otra vez.
Soy solo un huésped nocturno
entrando y saliendo de ti.
Deja que mi boca recorra tus pechos,
que mi lengua desfallezca
sobre la vitalidad de tus pezones.
Tus labios ocultos se contraen
atrapando mis libertades.
Exhalo un último suspiro
y siento que se me escapa la vida.
Huésped untado de sustancia que inunda una y otra vez la cavidad naciente del sol. ¿Vence en su ímpetu o es solo un lapsus de gloria?. Estalla, se libera, luego, la inercia de dos cuerpos anclados en marea...
ResponderEliminarAbrazos Antonino. Inspirado texto.
He ahí la clave, buscar, perseguir hasta hallar esas cavidades donde nacen los soles. Luego liberarse de la inercia para ser uno con la marea que nos mece hasta ese estallido final. Gracias por leer y por tus hermosas palabras. Un fuerte abrazo Taty!!!
ResponderEliminarAntonino
FULLL TEXTO, ME TRAMA.
ResponderEliminarABRAZOS
Gracias a nombre del autor.
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