He
perdido un instante en el tiempo.
No
logro recordar que estaba haciendo
hace
quince minutos.
Mis
pupilas tiemblan perdidas.
Me
duele ese pedazo epitelial
que
llevo en las entrañas.
Estoy
dando vueltas
por toda la habitación.
por toda la habitación.
Aspirando
parafina líquida.
Tengo
pocas conexiones con el mundo.
Pero
me gusta.
Me
hace centrarme en mí.
En
esas voces que me hablan quedo.
Bajito.
Un
hilo de baba se escurre
por mi barbilla.
por mi barbilla.
Sé
que causo repugnancia.
Miedo.
Los
especialistas desconfían de mí.
Lo
anotan todo en una libreta.
Debe
ser tan frustrante para ellos.
No
me pueden encuadrar.
Hacer
un diágnostico
para tranquilizar sus conciencias.
para tranquilizar sus conciencias.
La
camisa de fuerza
me aprieta los sueños.
me aprieta los sueños.
Las
paredes se estrechan
a mi alrededor.
a mi alrededor.
Dejo
que hagan
lo que quieran conmigo.
lo que quieran conmigo.
Me
quedo quieta, relajada.
El
lente de aumento se concentra
en mí.
en mí.
No
debo aumentar su interés.
La
frecuencia de los choques eléctricos
en la terapia.
en la terapia.
Me
hundo
dentro de ese universo multicolor.
dentro de ese universo multicolor.
Inversión
de esta realidad blanca.
Fractales
distorsionados
pasan ante mis ojos.
pasan ante mis ojos.
Una
luz intensa me ciega.
Pupilas
dilatadas, iris jaspeados.
Voy
haciéndome a la idea
de que nunca saldré de aquí.
de que nunca saldré de aquí.
El
entorno se funde
con mi pensamiento.
con mi pensamiento.
Tiempo atrás, conocí una amiga -brillante en su quehacer- y de un día para otro extravió su mirada. Nunca más fue la misma. La locura me arrebató de una entrañable amiga.
ResponderEliminarBien escrito querida Lynette.
Gracias, Taty.
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