martes, 11 de diciembre de 2012

MUNDOS PARALELOS


Me he refugiado en lo profundo de un universo paralelo. Viajando entre los límites de dos mundos. No puedo hacer nada más para salvarme. Sólo me resta traspasar para siempre esa demarcación que los separa. Mi mundo está podrido. La degeneración es demasiada. Maldita involución humana. Si viviera Darwin se moriría otra vez. Una mente brillante como la suya entraría en crisis. Imposible ser coherente en este estado alterado de conciencia. Me asfixio. Me ahogo en mi propia bilis. Este “estado de las cosas” mata la sensibilidad en los humanos. Aunque casi no quedan humanos. La raza ha involucionado. Los animales rehúyen la mirada. Somos tan fieros los humanos. He visto demasiados niños despedazados en las garras de sus padres. Tantas mujeres desmenuzadas por las zarpas de otras mujeres. Mujeres luchando por el macho. Lo he visto a la inversa. Hombres territoriales marcando a su hembra con las garras. La muerte asomando en lo profundo de sus ojos animales. No resisten la fuerza en los ojos de sus presas. Tienen que darle muerte. La sangre corre lentamente por las venas, vidas coaguladas, momentos de inteligencia, apenas unos destellos en el hipotálamo demasiado embrutecido para entenderlo. Duele cruzar el umbral. Dejar atrás todo lo que se ha conocido. Abandonar mis preciadas notas. Gotas concentradas de mi alma. La llave que abre este portal. Mi regalo a ese mundo despiadado. Algo increíblemente simbólico. Tan parecido a eso de tirar perlas a los cerdos. Adiós mundo. Ahora es que empiezo a despertarme por dentro.

6 comentarios:

  1. ¿Despertará algún día la humanidad?, ¿despertará de su amnesia existencial, de su involución catastrófica?, lo ignoro. Se avecinan tiempos extraños, especiales para la especia humana, esperemos que el portal sea mental.
    Un beso Lynette.

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    1. Gracias Tay por tu visita, espero hayas pasado una muy feliz navidad.
      Beso, bermejo.

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  2. Lynette, qué buen escrito.
    Pienso y me siento exactamente igual que tú, solo que tú lo escribes mejor.
    Qué maravillosa escritora eres.
    Un millón de besos de algodón de azúcar.

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