lunes, 12 de septiembre de 2022

JACULATORIA A SU SAGRADA BOCA

Lágrimas de ansia caen sobre la piedra dura, cirios rojos arden sobre el íntimo altar del deseo. Hubo un tiempo en que creí que Dios estaba en su boca, en la forma en que movía su lengua dentro de mí. Hubo un tiempo en que mordía sus labios, sorbía su lengua y creía ver a Dios en ella. Hubo un tiempo en que me hice creyente, uno en que me desgarraba por un beso de su boca. Uno en que recitaba rezos contra sus labios. Hubo un tiempo en que los estigmas divinos los tenía en mi lengua y era feliz. En ese tiempo yo no creía en nada que no fuera esa boca. En ese tiempo yo no era atea, en ese tiempo tenía fe.

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